Mi abuela.

Josefa Morales García nacida el 3 de enero de 1932 en Medina Sidonia vivió en una familia formada por sus padres y dos hermanas. Su infancia fue muy dura con tan solo 7 años perdió a su padre en la posguerra, tuvo que aprender a sobrevivir junto con su madre y sus dos hermanas. Estuvo enferma de malnutrición a causa de la falta de alimentos en su casa. De niña no recuerda haber jugado mucho puesto que tuvo que irse a trabajar con tan solo 8 años. La llevaron a trabajar a un cortijo cerca de Jerez, pero ella se escapó y se vino andando hasta su casa en Medina, tardando 3 días en llegar. Ya con 9 años se quedo a trabajar en Medina con una familia adinerada del pueblo, donde la trataron muy bien. No le faltó la comida, cuenta mi abuela que se hizo un bolsillo debajo de la falda y ahí todos los días metía pan, algo de fruta, queso y se lo llevaba a su madre y hermanas ya que en aquellos años no se cobraba viudedad ni ninguna prestación económica. Estuvo trabajando hasta los 19 años. Con 20 años se casó y le tocó vivir otra vez muy duramente, puesto que se fueron a vivir al campo. Una vida difícil porque carecían de luz, agua pero nunca les faltó de comer. El trabajo en el campo era muy duro y empezaron a venir los hijos. Trabajaban de sol a sol para poder alimentar y sacar adelante a su familia. Estuvieron 15 años viviendo en el campo y con una familia muy numerosa. Tenía que lavar de noche cuando sus hijos dormían, para que por la mañana tuvieran la ropa limpia y seca. Alternaba su trabajo de casa con ayudar a su suegra porque vivían en la misma casa. Y siguieron viniendo mas hijos por el que ella tuvo que estar siempre al pie de cañón. No le importó tener que pedir para ayudar a criar a sus hijas mellizas que estuvieron muy enfermas a causa de que las niñas no podían tomar leche, viéndose en la necesidad de tener que volver a ir a la casa donde ella trabajaba. Allí le ayudaron siempre que ella lo pedía, y gracias a la ayuda recibida pudo sacar a sus hijas adelante. Mi abuela fue y es una mujer fuerte, luchadora y brillante para sus hijos, nietos, biznietos y tataranietos. Siempre a sido y será un referente en nuestras vidas ya que nació y se crió entre la guerra civil y la posguerra que la trató muy duramente porque a pesar del tiempo y de los años lo sigue recordando y es para ella un recuerdo imborrable. Pero a pesar de lo vivido en su memoria siempre recuerda momentos como cuando se casó con mi abuelo, que para ella fue uno de los mejores días de su vida. Y con el paso de los años esos momentos fueron siendo cada vez mas grandes. Mis abuelos estuvieron casados 54 años, tuvieron 16 hijos que para ella son su razón de vivir. Y aun con 81 años sigue siendo la matriarca de todos. Esa es mi abuela, una señora que a pesar del paso del tiempo nos sigue inculcando los valores primordiales de la vida. Junto a ella no necesitamos libro alguno, mi abuela es ese libro de historia contada día a día.